El anime es sin duda una forma de vida para muchos jóvenes, influye en la forma de vestir, los gustos y hasta en sus amigos. La influencia de este tipo de producto sobre los jóvenes parte de que en verdad estamos hablando de algo muy grande, de una verdadera expresión artística moderna, que deslumbra y asombra no solo con sus increíbles y atractivas historias sino con todo el brillo de los colores y la más avanzada animación «artesanal» que existe actualmente en el mundo.

Una característica propia de la belleza de los anime es el arduo trabajo de animación, que a pesar de incorporar la tecnología de las computadoras y el mundo 3D se esfuerzan por mantener la animación tradicional de dibujos en dos dimensiones pintados y elaborados fotograma por fotograma, con una calidad que hasta los mismos productores de Estados Unidos envidian.

Otro punto muy destacado de las series de anime es el alto contenido fantástico de las historias que te obligan a pesarlas una y otra vez. Que a pesar de tener un contenido aparentemente infantil, jamás se quedan en eso, ese es simplemente un detalle, siempre van a más, con factores psicológicos de trasfondo, mucha sensualidad, y el dilema siempre de la lucha, el sacrificio y la dedicación puestas al máximo.