Los sueños son un fenómeno muy especial que surge en dos lugares posibles, ambos dos muy ambiguos, uno de ellos es mientras dormimos, mientras que el otro lugar donde pueden surgir los sueños es cuando estamos despierto. En estos dos ámbitos tan opuestos es donde aparece lo que entendemos como sueño que más allá de ser distintos se parecen demasiado. Los sueños son siempre un deseo, algo que prendemos que se cumpla, tanto en la vigilia como en el dormir, solo que en uno de estos planos es más fácil de cumplir que en el otro, ya que la vigilia la realidad no se doblega ante nuestros deseos, y cuesta cumplirlos, no es tan mágico y sencillo como cuando estamos durmiendo, donde nuestra mente es la autoridad y puede malear todas las ideas para que el deseo permanezca sereno.

Dormir y soñar es una de las actividades más saludables del cuerpo, e irónicamente se trata de algo muy especial también en la vida de la vigilia. Porque cuando soñamos despiertos estamos haciendo que nuestra vida tenga un camino, y este camino nos permite estar orientado. Se suele decir que las principales enfermedades mentales surgen cuando las personas pierden su horizonte ese camino a seguir, ese sueño, ese deseo que les hes motor de la vida y que los alimenta.

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