Los cumpleaños son siempre las fiestas más divertidas de todas, estas pertenecen al calendario más intimo y personal de las personas y son parte de lo que forma nuestra comunidad más cercana. En la infancia los cumpleaños tienen un papel fundamental para la comprensión que los niños forman del mundo. Gracias a los cumpleaños los niños son capaces de relacionarse con otros de sus pares y además tienen la posibilidad de experimentar de primera mano con el mundo social, no solo a partir de su propia acción sino también como espectadores de los mayores.

Existen dos elementos que son esenciales para la celebración de cualquier fiesta, en esto también se ven incluidos los cumpleaños. El primero de estos elementos es la predisposición, es necesario siempre que una persona, al menos una, no necesariamente quien festeja, se ponga en el rol de divertido y busque despertar la alegría de los demás, cuando se es buen anfitrión el entusiasmo inevitablemente se contagia y da forma a un mejor festejo. El segundo elemento que encontramos a continuación es tan necesario como el anterior, y este es la música. La música actúa como un clima homogéneo para todas las personas y permite que las emociones fluyan mucho mejor.

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