La vida de Cristo ha sido un ejemplo para todo el mundo. Fue un pensador que conmovió al resto de su generación al ir en contra de las principales fuerzas de poder de su tiempo, como los lideres judíos ricos e interesados, y los principales gobernantes romanos en el auge de un imperio violento. Cristo dio un mensaje de pura bondad y corazón, de solidaridad con el resto de sus pares, sin importar ningún aspecto, ni genero, ni color de piel, ni cultural.

El legado de Cristo es indiscutible, sin embargo después de su desaparición física se creo en torno a su vida un mito y una institución que hoy reconocemos como la iglesia católica. Puede que la posterior repercusión de los sucesos relacionados con al vida de Cristo se hayan alejado en muchas circunstancias del mensaje de su vida.

En este sentido, nunca hay que perder de vista que Cristo es una de las representación más grandes de lo que significa para el ser humano el amor y las buenas experiencias, la sinceridad y la solidaridad con los demás. Incluso muchas cosas buenas de Él se perdieron por culpa de la malicia de otros, como que su esposa era Maria Magdalena, y que toda la vida lo acompaño como una líder espiritual juntos. Esto fue negado y borrado de la historia por los romanos que aborrecían a la mujer como lidera y ciudadana. La iglesia todavía hoy esconde el evangelio escrito por ella.

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